A través de este artículo te mostraremos algunos modelos de oración para no tener miedo nunca que puedes elevar al Padre cuantas veces lo necesites.
Oración para no tener miedo
En la actualidad es muy común ver a muchas personas sentir miedo ante cualquier situación. El miedo es una emoción normal que puede sentir el ser humano para defenderse o alertarse de algo. Se convierte en un gran enemigo cuando nos impide hacer las tareas del día a día. Un cristiano no debe sentir miedo jamás porque Dios nos no ha dado espíritu de cobardía. No obstante hay cristianos que están batallando con este enemigo.
En la Palabra del Señor podemos encontrar maravillosos textos, promesas y palabras de aliento que nos ayudan a hacer frente ante las situaciones que pudiesen generar miedo, muchas de ellas las podemos en encontrar en el libro de los Salmos capítulo 56, versículo 3:
«En el día que temo,
Yo en ti confío.»
El salmista sabía en quién estaba su confianza y a quién debía acudir en momentos de dificultad. Él sabía que al momento de clamar el Señor le haría libre de todo temor y le daría paz.
Modelo de oración basado en la Palabra
Bendito Señor, ante Ti vengo hoy con mi clamor, Tú conoces Padre todas aquellas cosas que me perturban y me dan temor, es difícil hacerles frente con mi propia fuerza, es por ello que hoy acudo a Ti, apelando a Tu misericordia para pedirte auxilio, no logro discernir el por qué tantas cosas me paralizan y me impiden crecer, no me permiten avanzar.
Señor mío, Tú me conoces y sabes cómo puedo hacerle frente a cada una, sólo te pido de Tu fortaleza para levantarme y con autoridad decir: Señor, en el día en que temo, yo en Ti confío, así, con la misma confianza que lo hacía el salmista David, además Señor, hoy me apego a tu Palabra que me enseña que no me haz dado Tú espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
En Tus preciosas manos me entrego amado Señor, bien sé que siempre tienes el control y que en Tus manos están mis tiempos.
Por Jesús nuestro Señor. Amén.
Con la oración se vence el miedo al fracaso
En reiteradas oportunidades hemos escuchado a muchos decir que les da miedo intentar porque pueden perder, no intentan con una pareja, un negocio, un proyecto, una meta, por miedo al fracaso, por miedo a no alcanzar, por miedo a no lograr, la Palabra del Señor nos enseña en el libro de la 2 carta a Timoteo, capítulo 1, versículo 7:
«Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.»
La Palabra nos deja en claro que no debemos temer, debemos constantemente elevar al cielo una oración para no tener miedo hasta que seamos libres del mismo, si el miedo te paraliza, se ha convertido en un problema en tu vida que debes atacar y vencer con la ayuda del Señor.
¿Por qué entonces nos dejamos dominar por el miedo? Porque no hemos aprendido a aferrarnos a la Palabra del Señor y a sus promesas eternas .
En las relaciones de pareja
Uno de los miedos que puede presentarse en una persona, es el miedo a intentar una relación de pareja, quizás por patrones de conductas aprendidas, porque vieron fracasos en sus familiares, por baja estima, entre otros; lo cierto es que las relaciones cuando son bendecidas por el Padre eterno, porque son ellas su voluntad, traen a nuestras vidas bendición.
Nos enseña la Palabra en el libro de Proverbios, capítulo 12, versículo 22:
«El que halla esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia de Jehová.»
No hay por qué pensar en el fracaso cuando nuestras relaciones son bendecidas por Él y con ellas son las bondades del Señor sobre nuestras vidas.
Padre eterno, vengo a Tí a presentar mi causa, Señor yo bien sé que Tú lo sabes todo, no existe nada dentro de mi vida que yo pueda esconder ante Tus ojos; conoces Padre amado el deseo de mi corazón de formar una familia, pero a su vez siento un gran miedo de fracasar.
Lo he intentado en oportunidades, pero Señor, el miedo me paraliza y no logro avanzar en lo que tanto anhelo, es por ello que clamo a Ti, Tú todo lo puedes, por eso yo te ruego que me hagas libre de todo temor y que me permitas buscar Tu voluntad en cuanto a mi vida en pareja, siendo Tu mi guía tengo la certeza que haré la mejor opción y alcanzaré Tu bendición y benevolencia.
Por el poderoso nombre de Jesús. Amén
En los proyectos
Todos en algún momento de la vida hemos querido llevar adelante planes y proyectos. Nos trazamos metas porque deseamos de corazón poder alcanzarlas y sentirnos seres humanos productivos, dichosos y realizados. Sin embargo, en este espacio también suele aparecer el miedo y pretende derrumbar todos nuestros planes, si no estamos alerta y aferrados a nuestro amado Señor, es muy posible que dejemos todos los planes, metas y proyectos en el camino.
En el libro de los Salmos, capítulo 21, versículo 2, el salmista expresa lo siguiente:
«Le has concedido el deseo de su corazón, Y no le negaste la petición de sus labios.»
Ejercitémonos en orar para no tener miedo y que nada nos detenga. El Señor concede los deseos de nuestros corazones, siempre y cuando vayan de la mano con su voluntad.
Amado Señor, hoy me acerco a Tí confiando en que siempre me escuchas, no tengo duda de estás al pendiente de mí y de mis asuntos.
Padre eterno ¡cuántos planes deseo realizar! Pero reconozco que he sido preso de mis miedos y éstos me han impedido alcanzar mis metas. Señor yo te ruego que tu quites de mi todo temor a no alcanzar lo que me he propuesto, enséñame a confiar en Ti y a creer que si voy de Tu mano, todo, absolutamente todo ha de obrar para bien. Bendice todos mis anhelos.
Te lo pido por los méritos de Cristo. Amén.
Si deseas conocer otra maravillosa oración que traiga a tu vida libertad del alma, te invito a seguir el enlace Oración poderosa para la salud
A la soledad
Es muy posible que las personas sientan temor a estar solas, quizás por algún trauma de la infancia, hay quienes no toleran la idea de quedarse solos en algún lugar. La Palabra nos enseña que nuestro Padre siempre está a nuestro lado, no tenemos por qué temer si vamos de la mano con Él en todo momento.
En el libro de los Salmos capítulo 3, versículo 3:
«Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.»
El Señor siempre está al cuidado de nosotros, hay que ser libres de esos miedos irracionales, la soledad no representa peligro, por el contrario, son momentos ideales para experimentar paz, meditar en las obras maravillosas del Señor, hablarle a Él , en fin, aprovechemos los tiempos de soledad para conocer a nuestro Maestro.
Señor y Padre, vengo a Ti una vez más a implorar tu favor, Amado Dios, Tu me conoces bien y conoces el temor que me asalta en los momentos de soledad, entiendo Rey que eso no viene de Ti.
Deseo aprovechar la libertad que me regalan esos tiempos para estar a solas contigo, para conocerte más, para que me reveles las verdades de Tu Palabra, por esa razón te ruego que quites de mi vida todo miedo, que más que acercarme a Ti, me aleja, yo creo fielmente que Tú mi buen Señor, tienes el poder para hacerlo.
En el nombre de Jesús. Amén.
Como complemento de este artículo, te invito a meditar en el siguiente contenido audiovisual.
Oración durante los ataques de pánico
Los ataques de pánicos son aquellos caracterizados por sentir un miedo intenso e irracional, viene acompañado por síntomas físicos de ansiedad, palpitaciones, asfixia, mareos, dolores de estómagos, otros. Quizá sus apariciones estén relacionados con alguna patología médica por lo que deba ser medicado si es necesario, pero si por el contrario el pánico aparece y te paraliza sin motivo alguno, es buen momento para mirar al Padre y hacer una poderosa oración para no tener miedo, ni pánico que te desvíe del propósito.
El salmista nos enseña que en medio de toda adversidad que nos haga desfallecer, tenemos en los cielos al Padre que acude a nuestro auxilio.
Salmos 73:25-26
25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Oración
Señor y Dios en estos momentos de angustia vengo a Tí con mi humilde oración, mi mente finita no logra comprender el por qué me invade este miedo, pero si de algo es estoy segura es tu Poder sobrenatural para hacerme libre de él.
Yo me rindo ante tu divina Presencia, porque sé como decía el salmista que eres lo único que tengo, me amparo bajo las sombra de Tus alas, Tú eres mi refugio.
Amado Padre en Ti descanso, en Tu presencia no hay miedo que pueda debilitarme, en las mejores manos estoy segura que he dejado toda ansiedad y que Tú, amado Salvador me concedes en Tu gran misericordia, la libertad.
Por Jesús nuestro Señor. Amén
Oración para fortalecernos y no darle lugar al miedo
La mejor manera de fortalecerse y no darle lugar al miedo es a través de la Palabra, vivirla cada día, y permanecer en oración, ella nos enseña que es viva y eficaz y como ella todo lo conoce, nos confronta y nos lleva a buscar en Cristo la libertad y a conservarla.
Hebreos 4:12
«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.»
Debemos familiarizarnos en llevar una vida de santidad y búsqueda de la presencia del Señor, sólo así podremos hacer frente a ese enemigo invisible que muchas veces nos ataca y desea que no avancemos en lo que el Señor tiene para nosotros.
El miedo es normal en la medida que lo utilicemos como protección, pero si va más allá es necesario hacerle frente y dar la batalla para ser libres.
En Cristo Jesús somos más que vencedores
Romanos 8:37-39
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Debemos aprender a cobrar ánimo y dejar que el miedo no nos paralice, no existe absolutamente nada que pueda separarnos del amor de Dios.
Pudiese darse el caso que ante episodios de miedo creamos que el Señor no nos escucha, pero no hay nada más lejos de la realidad, más bien es en esos momentos donde el Padre está más cerca de nosotros, así como el Padre del hijo a quien ama.
En el Señor somos más que vencedores, por ellos debemos tomar fuerzas y echar mano de la Palabra del Señor, si el miedo ataca a nuestras vidas, hagámosle frente con las herramientas que el Señor nos ha dado.
Dice la Palabra en el libro de Filipenses, capítulo 4, versículo 8:
«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.»
Cuando el miedo venga a intimidarnos, recordemos que la Palabra está de llena de promesas para nosotros, que las bendiciones y las misericordias del Padre son nuevas cada mañana, y entonces permitamos que sean esos pensamientos de paz los que inunden nuestra mente. Debemos recodar lo que el Señor nos promete en el libro de Isaías, capítulo 26, versículo 3:
«Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.»
Si nuestros pensamientos están llenos del Señor su paz infinita estará en nuestros corazones, por lo que al venir el miedo no encontrará lugar para intimidarnos.
Si tenemos y conocemos la herramienta espiritual para hacer frente al miedo, entonces no dejes que el mismo te paralice más, recuerda que el Señor que está con nosotros es poderoso y nos concede la victoria, en Él tenemos la victoria segura. Sólo debemos creerle y caminar en fe, esa fe que nos hace levantarnos y hacer frente de la mano del Señor a cualquier gigante.
Oración
Amado Señor te doy gracias porque en Tu Palabra he encontrado libertad ¡cuán bueno eres Señor! Acudo a Ti y rompes mis cadenas, hoy, como decía el salmista me apego a Tus promesas y proclamo: En el día en que temo, yo en Tí confío.
Nada puede separarme de Ti, por ello me aferro a lo que me has prometido y a Tu dulce compañía, para así, mantenerme libre en Ti Señor.
El miedo ha querido paralizarme, pero tu me guardas, y por ello te agradezco tanto amor, sólo por él puedo descansar en Ti y nada temer.
Ayúdame a abrazarme a Tu Palabra, sé que con ella podré hacer frente a todo lo que desee sacarme de Tus propósitos.
En Tus manos estoy, en Tus preciosas y las mejores manos, agradeciendo que no dejaste desfallecer
Por Jesús, nuestro amado Salvador. Amén.