La comunicación familiar y sus beneficios cristianos

En el siguiente artículo abordaremos el importante tema de la comunicación familiar y sus beneficios cristianos en el mundo.

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Comunicación familiar

La comunicación familiar es un tema sumamente importante para la sociedad, a menudo observamos familias enteras separadas precisamente porque no supieron abordar el tema de la comunicación; muchas veces se torna cuesta arriba, esto debido a que una familia integrada por personas con diferentes carácteres deben tener muy claro cómo debe ser el manejo de este término entre ellos, considerado el más importante y primordial, el pilar, la base para que en la familia puedan relacionarse de manera eficaz.

La comunicación

Entendemos por comunicación aquel medio que nos permite expresar pensamientos, sentimientos, emociones; a través de las palabras, señas, gestos.

La comunicación nos permiter hablar, expresar, discutir, razonar; siempre para que sea efectiva debe ir acompañada de cada uno de sus elementos.

Elementos de la comunicación

Para desarrollar el tema de la comunicación familiar es muy importante que identifiquemos los elementos que componen a la comunicación. Entre ellos:

Emisor en la comunicación familiar

El emisor es considerada aquella persona que transmite el mensaje, es decir, la que inicia el proceso comunicativo.

Receptor

La persona encargada de recibir el mensaje le conocemos como receptor, ya que recibe lo que el emisor transmite.

Código

El código es conocido como la forma de expresión, ésta puede ser verbal que va acompañada de palabras o no verbal que está compuesta por señas, gestos, escritos, otros.

Canal

Entendemos por canal la forma de transmisión del mensaje, puede ser el uso de la palabra, gestos, señas, cartas, mensajes, teléfonos, diferentes redes sociales. Entre otros.

Contexto

Se llama contexto al espacio donde se da el proceso comunicativo, dependiendo de éste, damos uso a diferentes normas y reglas en el proceso de comunicación.

Mensaje

El mensaje está constituido por lo que el emisor desea transmitir al receptor.

Cada uno de estos elementos deben estar presentes en todo proceso comunicativo para que el mismo sea eficaz. El uso de ellos en la comunicación familiar no es la excepción. Tenemos la tendencia a pensar que como en la familia hay confianza nuestras expresiones deben ser natural y deben fluir. Y sí, es cierto, pero respetando siempre los elementos del proceso, para que la misma pueda retroalimentarnos.

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Tipos de lenguaje

El ser humano tiene la tendencia a comunicarse en la mayoría de los casos de forma espontánea y natural, y esto está bien. Sin embargo, siendo la comunicación un proceso tan importante en las relaciones humanas, en el mismo deben respetarse las formas según el contexto en el que nos encontremos.

Lenguaje coloquial en la comunicación familiar

Es aquel que utilizamos en el día a día, nos relacionamos de manera sencilla y amena con nuestros familiares, conocidos y allegados.

Lenguaje formal en la comunicación familiar

Es el lenguaje que utilizamos cuando nos encontramos con personas con las que no tenemos confianza y cercanía, además se le da uso de manera efectiva en nuestros trabajos, reuniones sociales, conferencias, exposiciones. Otros.

Formas de comunicación dentro de la familia

Dentro de la comunicación familiar siempre encontramos diferentes formas de expresión, como lo mencioné al inicio del artículo, las familias están compuestas por personas cada una con diferentes caracteres, lo que les da un personalidad y formas de expresión únicas.

Comenzamos por el impulsivo, aquel que siempre de manera violenta y agresiva tiene una respuesta para todo. Luego está el tranquilo, aquel que para evitar confrontaciones busca estar bien con todos, pero por su débil personalidad muchas veces no se gana el respeto que se merece. Por otra parte, se encuentra el racional, a todo busca una respuesta intelectual, todo tiene una razón de ser y muy pocas veces da a conocer sus sentimientos.

Tenemos también a aquel que le encanta manipular las situaciones, éste también es de personalidad muy débil, tiende a llevar las situaciones a lo que desea para sentirse aprobado. Por último, encontramos al equilibrado, el que busca el término medio en  todas las situaciones a fin de buscar soluciones favorables para toda la familia.

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La comunicación familiar cristiana

Dentro de la comunicación familiar, vista desde el punto de vista cristiano, encontramos un amplio abanico para la reflexión y  enriquecimiento.

El tema de la comunicación es complejo. Todos deseamos comunicarnos a nuestra manera, y muchas veces olvidamos la empatía con el otro. Por esta razón, es que a veces el proceso se torna cuesta arriba y da pocos aportes positivos.

Como cristianos, somos fieles creyentes que nuestro Señor instituyó la familia y ha dado las herramientas para que la misma permanezca unida en medio de las dificultades.

La Palabra del Señor nos enseña de manera preciosa cómo la familia debe estar sujeta, primeramente a nuestro Señor y creador y luego los unos a los otros. Este es un código de comunicación y amor que permite que las bases de la familia sea inamovibles.

Dice la Palabra en el libro de Efesios, capítulo 6, versículos 1 – 4:

«1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.

Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;

para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.»

Encontramos aquí una hermosa forma de comunicación familiar basada en la sujeción, obediencia y respeto. Hay un grave problema al creer que la comunicación se basa sólo en hablar, escuchar y ser escuchado, y por ello es que muchas familias fracasan. No, el proceso comunicativo es todo aquello que se pueda hacer en amor por los nuestros, brindándoles el valor que se merecen y evitar así ponerlos en riesgo.

La sujeción, obediencia y respeto que nos demanda el Señor es indispensable en toda forma de relación y comunicación familiar. No es posible formar una familia eficaz sin estos principios bíblicos, porque no se puede  establecer los elementos comunicativos antes mencionados, si no podemos respetarnos unos a otros.

También se hace necesario llevar una vida de oración. Esta forma de comunicarnos con Dios y la práctica de la Palabra, son hermosas perlas que nos permiten dar forma y base a la familia.

Si deseas conocer acerca del maravilloso tema te invito a seguir el enlace  ¿Qué es la vida devocional?

Cuando se tiene hijos adolescentes es posible que sea muy difícil hablar de sujeción. A la juventud le cuesta mucho el comprender que les es necesario estar sujetos a los padres. Sin embargo, cuando caminamos con el Señor, Él nos ayuda a llevar las cargas, y la oración es una llave maravillosa para que los corazones de nuestros jóvenes puedan ser tocados por el Espíritu Santo y ellos puedan ser moldeados conforme a Sus propósitos eternos. En este punto te invitamos a orar por los jóvenes. Para ello, te invitamos a leer el siguiente enlace titulado Poderosa oración por los jóvenes cristianos

Los creyentes tenemos la bendición que nuestra comunicación con Dios, trae como consecuencia comunicación eficaz con nuestra familia.

Otro principio bíblico importante en la comunicación familiar eficaz es que los niños estén muy bien instruidos en la Palabra, como lo dice Proverbios, capítulo 22, versículo 6:

Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Un niño, adolescente, joven instruido en la Palabra del Señor, entiende la importancia de la comunicación familiar. Él bien sabe, que ante cualquier circunstancias debe acudir a la familia para solucionar conflictos. Esto le permite sentar bases sólidas en sus relaciones interpersonales.

La familia cristiana es un ejemplo que impacta en la sociedad, porque su fundamento está basado en la Palabra. Ésta le permite llevar de manera eficaz sus relaciones a fin de ser mejores ciudadanos.

Herramientas para una comunicación eficaz

En cuanto a la eficacia de la comunicación existen diversas herramientas para desarrollar habilidades de comunicación efectiva. A continuación te proponemos algunas de ellas.

Ser paciente en la comunicación familiar

La Palabra nos enseña que debemos ser tardos para molestarnos. En el libro de Proverbios, capítulo 14, versículo 29 nos dice:

El que tarda en airarse es grande de entendimiento;
Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.

Partiendo del principio de que todos somos seres únicos y con diferentes carácteres se nos hace necesario desarrollar la paciencia en la familia. Además debemos recordar que éste un fruto del Espíritu.

Sí aprendemos a conocernos unos a otros estaremos en la capacidad de conocer cuando debemos hablar  y actuar, y cuándo debemos callar y esperar. Se dice de la paciencia que es un fruto dulce, porque la espera trae bendición.

Aprender a escuchar

Santiago 1:19

«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.»

Esta herramienta de la escucha es muy importante. Muchas veces deseamos ser escuchados, pero no escuchamos al otro. Por esta razón, la comunicación familiar muchas veces fracasa. Estamos tan ocupados y afanados que no nos detenemos a prestar atención a lo que el otro desea decirnos. Es indispensable en toda relación humana, ser escuchado pero también escuchar, así le daremos al otro la importancia y valor que tiene y se lo haremos sentir y saber.

Reconocer las diferencias individuales en la comunicación familiar

A luz de las Escrituras podemos ver que el Señor nos hizo a cada uno diferentes, dice la Palabra en el libro de Génesis, capítulo 1, versículo 27:

«Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.»

Observamos que somos seres individuales, cada uno tiene una manera de pensar y ser. Por esta razón debemos aprender a reconocer las diferencias. Una vez que la familia haya ejercitado esta herramienta podrá entrar en un proceso de comunicación productivo y adecuado.

Aprender a perdonar las faltas

Santiago 5:16

«Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados…»

Muchos conflictos familiares se generan por la falta de perdón. Muchas veces se le da lugar al rencor, lo que trae como consecuencia pleitos y contiendas entre la pareja, padres, hermanos.

La Palabra nos enseña que hay que saber perdonar y si es necesario pedir perdón. No estamos exentos de cometer errores, pero somos sabios cuando estamos en la capacidad de reconocerlos y recapacitar, por nuestra salud espiritual, emocional, mental y la de nuestra familia.

Aporta tiempo

El tiempo que pertenece a la familia no se puede negociar con nada. Muchas familias se pierden en el proceso porque se dejan arropar por las múltiples ocupaciones y los afanes. Eso quiebra la comunicación y hace perder la confianza. Aportar tiempo a la familia es mucho más importante que las cosas materiales que se puedan proveer para ellas. Además que aporta los espacios oportunos para que se den los procesos comunicativos entre sus miembros.

¿Cómo nos comunicamos de acuerdo a la Palabra?

La Palabra de Dios sabe lo importante que es para la humanidad la comunicación. Por lo tanto, nos orienta cómo debemos desarrollar nuestra comunicación familiar. A continuación las normas que establece la Palabra de Dios.

Cuidar lo que se dice

Nos ensaña la Palabra en el libro de Mateo capítulo 12, versículo 34, en su segunda parte:

«…Porque de la abundancia del corazón habla la boca.»

Se debe tener real cuidado cuando se habla. En ocasiones escuchamos decir: «Si me hubiese quedado callada (o)» ¡Cuánto poder tienen nuestras palabras! Hay que aprender a pensar antes hablar. No se debe ser impulsivo. La impulsividad lastima al otro y es muy difícil luego recoger lo que se suelta.

Aprender a ser empático

«El hombre se alegra con la respuesta de su boca;
Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!»

Proverbios 15:23

Ser empático con el otro. ¿Cómo te sentirías escuchando lo que tú en la ira le expresas? Ejercitarnos en saber dar una buena palabra, responder como nos gustaría que lo hicieran con nosotros, es una de las formas de mejorar la comunicación en la familia. No tenemos excusas para no aprender. La Palabra nos brinda herramientas para poder hacerlo cada día y ser ejemplos de familias creyentes.

A continuación te invito a observar el siguiente contenido audiovisual que presenta una excelente reflexión acerca de la comunicación en la familia.

Aprender a esperar el momento

Eclesiastés 3:1

«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.»

No siempre es el momento indicado para conversar o solucionar conflictos. Hay que aprender a esperar el tiempo. Es posible que ante alguna situación se haya creado un espacio de incomodidad. Pues ante esto, lo mejor es dejar que bajen las aguas, que se calmen los ánimos y esperar el momento apropiado para abordar nuevamente la comunicación, siendo ésta la mejor forma para encontrar soluciones a lo que se esté planteando.

Ejercitarse en comprender

Proverbios 22:17

«Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios,
Y aplica tu corazón a mi sabiduría.»

Es posible que tengamos la tendencia a no comprender lo que el otro desea transmitir o dar una interpretación personal. Debemos aprender a escuchar bien y a entender lo que desea explicarnos. Eso le hará sentir que estamos prestos para abordar cualquier situación, tomando como punto de partida la veracidad de las acciones.

Aprendiendo a descansar en el Padre

1 de Pedro 5:7

«Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.»

Cuando aprendemos a descansar en el Padre podemos tener la certeza de que nuestra familia está en sus manos, las mejores manos.

Es posible que muchas familias se encuentren perdidas en el proceso de comunicación. Es por ello que los creyentes somos llamados a impactar al mundo con el ejemplo de nuestras familias. Si sabemos llevarlas de acuerdo a los principios bíblicos, podemos tener la certeza de que tendremos familias serán exitosas, capaces, a través de un adecuado proceso comunicativo de solucionar conflictos.

La familia necesita conocer a Dios. Él es el único que puede fortalecer los puntos débiles en cada una de ellas. Lo que vemos hoy en las sociedades es consecuencia de que Dios ha sido sacado de las mismas.  De que no se le da el lugar que le corresponde. Él instituyó a la familia y es el único merecedor de ser el centro de ellas.

Muchos jóvenes no encuentran el camino. No encuentran la forma de comunicarse con sus padres, o entre hermanos. La familia cristiana tiene el deber de orientarlos en una búsqueda genuina al Padre, para así poder colocar en orden todas las cosas dentro la comunicación familiar.

La comunicación familiar debe ser eficaz, y a través de la comunicación cristiana queremos fomentar los beneficios que las mismas nos aportan. No es posible la separación entre miembros de la familia por un problema comunicativo. Queremos dar a conocer que en el Señor hay descanso y que cuando creemos que no podemos más en el núcleo familiar podemos ir a Él con plena confianza de que tiene cuidado de nosotros.

Aportes de la comunicación en familia

La comunicación eficaz es muy importante. La misma aporta un ambiente de comodidad, respeto, empatía, compañerismo, amistad. Además que fortalece los valores inculcados.

Permite no sólo mantener relaciones amenas entre ellos, sino también en su entorno. Una familia que sabe cómo comunicarse refleja paz y armonía en todos los ambientes en los cuales se desenvuelve.

Los padres deben inculcar en sus hijos las herramientas y formas para una buena comunicación, esto contribuye a su desarrollo emocional, mental, físico y espiritual.

La familia es la base de la sociedad, y ésta debe estar fundamentada sobre bases sólidas. Como hemos referido anteriormente, antes el Señor nos dio los aportes necesarios para que seamos un espejo y reflejo para el mundo.

Una vez que la familia aprenda a identificar las debilidades, podrán convertirlas en fortalezas, para así poder desarrollar un proceso comunicativo de manera óptima.

Frases que permiten mejorar la comunicación familiar

  • Gracias
  • Te amo
  • Te respeto
  • Estoy aquí para ti
  • Lo hiciste muy bien
  • Perdón
  • Lo siento
  • Te entiendo
  • Tú puedes
  • Eres importante
  • Eres brillante
  • Juntos vamos a encontrar una solución
  • En Dios todo lo podemos
  • Vamos a orar por eso
  • Habla, que escucho
  • Busquemos dirección en la Palabra
  • Reconozco mi error
  • Busquemos el momento indicado
  • Yo soy tu amigo

Cultivar mensajes positivos trae un ambiente de confianza en la comunicación. Aunado a que tenemos al Padre que todo lo puede y que nos da de su sabiduría para aprender y para enseñar, para corregir errores y mejorar las relaciones interpersonales.

Consejos a la familia

Entendiendo que estamos viviendo tiempos difíciles se hace necesario formar a la familia en la necesidad de una comunicación eficaz.

Tenemos todo a nuestro favor para ganar esta batalla contra la falta de comunicación que ha dejado en el camino a tantos hogares destruidos.

Los hijos requieren asirse de las buenas relaciones con sus padres. Los padres deben fomentar la confianza y el ambiente necesario para que ellos se acerquen  a la hora de  cualquier situación sin ningún temor.

Las parejas deben comprender que son uno y que depende de ellos y su ejemplo que los hijos aprendan a confiar.

El problema está en que muchas veces nos dejamos llevar por los individualismos. Creemos que son nuestras situaciones y debemos resolverlas solos, pero la familia es un complemento uno del otro. La familia representa un equipo y lo que afecta a uno debe afectar a todos. Por ello, debemos trabajar en conjunto, aportar soluciones que nos permitan desarrollar los beneficios para la comunicación familiar.

La familia cristiana debe comenzar a aportar los beneficios de los cuales el Señor nos ha dotado. Debemos mostrar al mundo que nuestro Rey puede hacer nuevas todas las cosas. No importa qué tan deteriorado pueda estar el núcleo familiar por la falta de comunicación, hemos conocido a un Dios bueno que restaura, y que las familias no están exentas de ser visitadas por Él, y más cuando fue Él el que la constituyó.

Es hora de rescatar las relaciones, de romper los mitos en cuanto a la confianza, es hora de creer que sí podemos confiar en el otro y más en los nuestros.

Es tiempo de dar a a familia el lugar, cuidado y valor que se merecen. La familia no se puede sustituir por nada, hay que cuidarla como el regalo preciado que nos otorgó el creador. A fin de cuentas, vamos a rendir ante nuestro Padre cuenta por ella, y que gran gozo que podamos decir con firmeza: he dado el mejor cuido que pude a lo que me diste he dice ellos una familia de bien, que además de honrarte ha sido ejemplo, como cristianos para muchos que no te conocían y han llegado éstos a ti.

Amemos a nuestra familia y no perdamos la preciosa oportunidad de guiarlos y formarlos en los principios y valores que el Señor nos estableció en su Palabra. Estos nos dan la garantía de una comunicación eficaz. Coméntanos sobre cuáles herramientas fomentas en tu hogar para compartir y entablar comunicación efectiva.


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